Pero la decisión final, como señalaron desde la multinacional, tuvo sus motivos: "Crispin fue elegida por su estrategia de enfoque, la fuerza creativa de sus ideas y la implicación y diversidad de su equipo humano".Aunque no se han hecho públicas las cifras, se estima que la campaña podría costar más de 300 millones de dólares.
Y es que Microsoft se gastó casi 1.000 millones de dólares en conocer el estado del mercado del marketing en 2006.
La idea de poner el énfasis de la campaña en los consumidores ha sido ideada por algunos de los máximos responsables de la compañía, entre ellos Mich Mathews, vicepresidente central de Marketing del grupo, cuya responsabilidad es supervisar esta área en 70 países y por Brad Brooks, quien sustituyó a Michael Sievert en su cargo como vicepresidente de la corporación y responsable de Marketing de los productos de Windows.
Para Rob Enderle, principal analista del grupo californiano Enderle, el problema de Microsoft es su "falta de estrategia" y su problema no proviene únicamente de la elección de la agencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario